jueves, 31 de diciembre de 2009

2009-2010

Se va a terminar un año al que le he cogido muchísimo cariño. Todo empezó regular, pero ha acabado divinamente. Cada bocanada de aire la he tomado hasta el final, dejando que entrara en mi todo lo que ese aire llevaba, fueran cosas buenas o cosas malas. Me cuesta dormir, pero YA NO por el miedo a tener que levantarme al día siguiente, si no por las ganas que tengo de despertar y seguir con las mil cosas que siempre están rondando mi cabeza y que me encantan y las disfruto. Ya no me da pereza, ni siquiera ahora en invierno -que se está tan caliente en la cama y tan frío fuera- a despertarme y tirar las mantas a un lado y pensar "allá voy!". Y pienso que es ahora el momento para dar un agradecimiento especial a quien ha sido un magnífico detonante: Tayde. Cualquiera que haya hablado 20 min conmigo tiene que haber oído hablar de ella, XD. Y después vino la música, que no puedo creer cómo es posible que ocupe tantísimo de mi tiempo. Todo empezó hace mucho, en casa de alguien con quien me he reencontrado (también en este año), y a quien admiro muchísimo. Quien, además, me ha traído nuevas e inesperadas ilusiones. Nuevas propuestas para el 2010. Ende y piano -y guitarra y también batería. Además de tener los mejores amigos que podría esperarme. Un día hice una lista con lo que sería un amigo perfecto. Descubrí que ese amigo imaginario era una patata con lo que he podido encontrar aquí, en el mundo material. En el plano material -y disculpar si no os dedico todo el tiempo que merecéis, es difícil hacerlo todo- Que te salgan bien los planes, mola, que te salgan mejor de lo esperado, mola mucho más. Es genial llegar a casa de uno con las piernas cansadas, con el cuerpo cansado, con la respiración agotada. Y sobre mis deberes con la carrera, pues, ya hablaremos el año que viene, XD. Voy a coger mi canción favorita, "please, please, please, let me get what i want", y me voy a limpiar el culo con ella, porque otras muchas han ocupado su lugar durante este año 2009. Año que voy a acabar dejándome la vida, y como siempre debería hacerse, con mojito, buena música (tocada por mi, muajaja), los mejores amigos, y mucha, mucha energía y mucha ilusión. Va a ser maravilloso tomarme las últimas uvas con la hija de mi prima Irene, Aitana, que ha nacido hace dos días (no es una frase hecha) y del que además soy padrino. Es algo nuevo que crece y se hace fuerte en mi vida. Hasta con la familia- de la que siempre me he sentido un poco desapegado- me he sentido agusto últimamente. Qué bien me sienta decir a las personas que alguna vez dudaron de mi y me llamaron conformista -cuando ni siquiera entendían del todo qué significaba eso- mirar lo que tengo. Lo tengo TODO. Y todo, absolutamente todo, lo he conseguido yo.
Y por fin termino con lo que es mi primer post personal y directo de toda mi vida como bloguero. El primero y espero que el último, porque este no es mi estilo, jeje. Demasiado pastel tengo en la boca y al final vomitaré.
->PUES HOY TOCA DESANGRARSE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

viernes, 25 de diciembre de 2009

Starlight

Emi saltaba al ritmo de Starlight. Salta al sofá y sobre una silla se impulsa y mira el aire que le golpea hasta llegar al techo con una mano agitada y salvaje que ha decidido coger las estrellas del cielo, allá arriba muy alto, bien alto, más alto que nunca. Emi giraba y giraba al ritmo de Starlight. Un talón sobre el suelo y sobre su doble par de calcetines no notaba el frío, cojín verde, cojín azul, lámpara del suelo, mesa de estudiar, puerta de salir y entrar, giraba Emi descontrolad@ con los brazos sueltos y otra vez cojín verde y azul, lámpara del suelo, mesa de estudiar y puerta de salir y entrar, el mundo giraba sin barreras. Emi gritaba al ritmo de Starlight. Su voz podría ser grave o aguda, débil o fuerte pero no le importaba porque no escuchaba, no oía, ni el sonido de su voz ni el sonido que había en la garganta muy al fondo de las almas que son tristes porque nunca encontraron un camino por donde ir. Emi había enloquecido al ritmo de Starlight, y ya no importaba nada, sólo Emi importaba, y Starlight, y su doble par de calcetines.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Cloud Connected

Los músculos de la espalda tiraban más de lo normal porque había levantado mucha carga sin sentido y sin ningún uso. Darse cuenta de eso le supuso también una carga para su cerebro, que ya lleno hasta arriba de planes que ocultaba, se cansaba y deseaba un inyección de insconsciencia y aturdimiento. Las piernas estaban casi consumidas por un esfuerzo hace poco realizado, y le obedecían lo justo para seguir sobreviviendo en esta ciudad de calles húmedas y frías, de calles resbaladizas. El mundo giraba continuamente y sus manos no se daban cuenta, porque no estaban allí, estaban en la fría dimensión del congelado junto con la punta de la nariz y la punta de los dedos. Tampoco se daba cuenta su olfato, abrumado y obnuvilado por una densa nube de material tóxico.
Pero todo el dolor desapareció. Todo dejó de tener sentido. Todo dejó de importar.
Y es que estaba sonando In Flames.

domingo, 13 de diciembre de 2009

GUERRERO

Un hombre se paró en la calle delante de una mujer, a la que había visto muchas veces. Le dijo lo que había en lo más profundo de su corazón: "Te amo". Ella le contestó con sinceridad: "Yo no te amo, pero te quiero, y te daré una oportunidad". Así encauzaron una relación, en la que había besos y sexo, en la que había compromiso, comprensión y confianza. Un año después, él le regaló por su aniversario algo que él sabía que ella deseaba. Entonces ella habló con lo más profundo de su corazón: "Yo también te amo". Ese día hicieron el amor, y los gritos de ambos perturbaron a todos aquellos solitarios y ansiosos.

Un guerrero se paró delante de su fila, alzó su escudo y su espada. Fue sincero consigo mismo, y se dijo lo que había en lo más profundo de su corazón: "Hoy moriré". Recordó los motivos por los que estaba aquí. Iba a defender su pueblo de los invasores que habían venido del otro lado del mar. El capitán de grupo levantó su estandarte y miró a todos y cada uno de sus soldados. Les habló con lo que había en lo más profundo de su corazón: "Hoy, todos moriremos". Gritaron, y su grito retumbó en las colinas y llegó a los oídos de los invasores, que temblaron, porque ellos tenían miedo, porque ellos no luchaban con lo que había en lo más profundo de su corazón.

A cada momento, él le regalaba su tiempo para escucharla, y ella, a cada momento, le regalaba un hueco en su mente donde poder comprenderlo. Dos años después, cada momento que ellos vivían aun formada parte del otro. Entonces, ella le explicó a él una necesidad que ocultaba hacía un tiempo: "Quiero tener un hijo contigo". Él no habló. Él se desnudó, y la desnudó, y no dejó que nada irrumpiera en lo que sería la culminación de un amor por el que tanto había hecho, por el que tanto había luchado. Dos meses después: "Amor mío, vamos a tener un hijo". Había llegado para él lo que sería el clímax de toda su existencia, la razón y el motivo por lo que había actuado en toda su vida. Pero el mismo día, la vida de ella había llegado a su fin. Su corazón había dejado de latir para siempre.

Animados por la furia y la convicción que invadía el corazón de todos ellos, comenzaron su carga brutal contra el enemigo. No había duda en sus caras, sólo confianza, y una sensación de desahogo, una energía que necesitaban expulsar de sus cuerpos. Es difícil perdonar a quien te roba algo, pero es mucho más difícil perdonar a quien intenta quitártelo todo. Así, la carrera hacia el fin de sus vidas no se produjo con titubeos, no se produjo con miedo. La carrera hacia el fin se produjo con pasión, pues había un motivo; se produjo con amor, porque había a quién defender. Se produjo con vida. Y al llegar a las filas enemigas, apuntaron con sus espadas a las cabezas, y las arrancaron, apuntaron con sus lanzas a los vientres, y los derramaron. Había sangre en su piel.

Cuando por fin él creyó, y entendió, que su amante había muerto, su respiración paró de pronto. Sus pupilas se encogieron hacia el interior aunque sus ojos se abrieron, queriendo mirar a ningún lado de este mundo. Su boca se abrió, y de ella quería salir un grito que no se produjo. Todos sus músculos se tensaron y actuaban por su cuenta. Había perdido el control de todo lo que se encontraba a su alrededor, y había perdido el control de sí mismo. Perdió su trabajo, su peso, su casa, y con el tiempo, también su familia y amigos. Aunque qué le importaban a él esas cosas, pues tenía la sensación de haberlo perdido todo. Cuatro meses después, se subió a lo alto de un edificio, de cuya caída jamás podría salir con vida.

Pero los enemigos también derribaban a sus adversarios. Ellos eran demasiados. Pero eso no amilanó al guerrero. La sangre salía de los cuerpos de sus enemigos, y también de los cuerpos de sus amigos. Vio morir a muchos que intentaron matarle antes, pero también vio morir a muchos de sus compañeros que le habían defendido. Él no tenía dudas, él luchaba por una razón. Y eso le dio la fuerza para romper muchas cabezas en cuyo interior no había motivos para estar allí. Su propio estandarte cayó a tierra. Su propio grupo cayó a tierra. Su propio escudo cayó a tierra. Y aun cuando toda esperanza cayó a tierra también, él jamás dudó, pues aun tenía su espada. Él jamás dudó, pues aun seguía con VIDA.

Él se encontró sentado en el peto que le separaba de la caída. Estaba destrozado por dentro, y eso cualquiera podría verlo por fuera. Sentía que su alma estaba rodeada de espuma, y se sentía envuelto en una oscuridad de la que no había conseguido salir. Pero hubo un destello y algo cambió en su mente. Se encontró con un recuerdo de ella, amándole. Se encontró con una energía que no sabía de dónde procedía, y le aparecieron unas ideas que hacían que su actitud fuera poco más que idiota. Pensó, que si fuera al revés, él no hubiera querido que ella hiciera esto. Se topó con una voz que le llamaba cobarde, por querer romper con su dolor en vez de enfrentarse a él. Fue de repente, cuando levantó sobre sus hombres y su espíritu el dolor grotesco que había estado destruyéndole. Superó esas fuerzas oscuras que le presionaban la garganta. Una energía que le recordaba que aun tenía oportunidad. A pesar del dolor, él no quería ser débil, no quería encogerse. A pesar de no tener nada, y a pesar de haberlo perdido todo. A pesar de haber olvidado el sentido de vivir. A pesar de haber sufrido como nadie debería sufrir jamás. A pesar de que lo más probable era que iba a continuar sufriendo. A pesar de todo eso, bajó del peto, y se dio otra oportunidad. Y es que él era un guerrero. Él aun seguía con VIDA.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

¿Tú dónde pones la X, delante o detrás?

1. Hacer algo por un sueño es subir una escalera, llegar hasta arriba y tocar la campana. Deshacer el sueño es volver a bajar la escalera.

2. Hacer algo por un sueño es llevar una campana en la mano, y hacerla sonar continuamente.



Para explicar esto, voy a poner como ejemplo al amor, ya que nunca se pasa de moda. Para los quisquillosos, diré que no hablo del amor al arte, ni a la amistad, ni a la familia. Hablo del amor de pareja, como cónyuge, como sexo, confianza y convivencia. Usaré a una figurada y completamente inventada persona que esté sola y sepa estar sola. Las que no saben no pueden diferenciar entre el amor y la necesidad, así que no me sirven para nada en este caso.

APUNTE MENTAL: Supone un suplicio estar solo al que no sabe estar solo como supone un suplicio obligar a hacer divisiones a quien no sabe usar la calculadora, pero ambas pueden aprender.

Continuemos. Señorito solitario quiere ser feliz y realiza una lista con sus deseos y necesidades. Entre ellas escribe: "Encontrar el amor". Elegí este deseo de la lista porque es el más común y del que solemos avergonzarnos más, ya que no es fácil admitir que estamos solos, ni siquiera a los amigos, porque si admitimos eso a un amigo a veces suena a "Me siento solo, tú a mi no me haces compañía". Con todo esto, queda claro, no busca sólo compañía, ni sólo sexo, quiere las dos cosas. Esto le plantea un problema de nivel 3 (ver anexo 1 al final de esta entrada). Es aquí cuando entran en juego las dos ideas que puse al principio (ya lo explicaré). Hay que tener en cuenta que lo que aquí está en juego es la felicidad. Hemos hecho una lista con acciones, porque queremos ser felices. La felicidad es lo único que importa.

Llegado este momento, es hora de plantear soluciones concretas. Como nuestro problema es de nivel 3, en realidad no hay soluciones concretas (una chafada). Pero sí podemos diseñar una nueva lista, una con las cosas que podríamos concretar. Ahí va:
1. Hacerse una cuenta en alguna página de contactos de internet.
2. Hablar con la chica maja del otro día (Este problema es de nivel 1, pero nos puede ayudar a solucionar el otro problema)
3. Hacer deporte. Es importante sentirse bien con uno mismo.
4. Leer en voz alta para recuperar la confianza al hablar.
5. Apuntarse a algún club o cursillo para conocer gente nueva.
6. Salir más a menudo los fines de semana.

Habrían muchas más, pero esto es sólo un ejemplo de lista de soluciones posibles. No se pueden hacer grandes cosas, en verdad, porque si se pudieran no sería un problema de nivel 3.
Decidimos emprender el punto 1. Rellenamos el formulario, mandamos algunos mensajes a personas interesantes, y esperamos. Una semana después, ya estamos aborrecidos de la puta página de contactos y nos entristecemos. Aun así lo seguimos intentando, sabiendo que esto no nos resulta una tarea agradable. Aquí pues, la hemos cagado. Nos hemos olvidado de lo que queríamos conseguir... ¿Tener pareja? No,... Ser felices. También podría ser que encontráramos una pareja adecuada, pero esas cosas no suceden en este blog.

Queríamos subir la escalera para tocar la campana (opción 1 del principio) y nos hemos quedado a medias. Como no hemos tocado la campana, bajamos la cabeza y la escalera.
Ahora es el momento de volver a la lista de soluciones. Me decanto por la solución 3, hacer deporte. Si me apunto al club de tenis además emprendo la solución 5. Voy a entrenar dos veces a la semana, hago mis toques, me ducho, me miro al espejo y noto como cada día estoy mejor formado. Descubro una cosa maravillosa. No supone ningún esfuerzo psicológico para mi hacer deporte, es algo que me gusta y lo estoy disfrutando, al mismo tiempo que sigo abriendo puertas para un problema que es de nivel 3. Lo que estoy haciendo es algo muy importante. He optado por la solución 2 del principio, es decir, llevo una campana en la mano y la estoy tocando.

¿Qué ha pasado? Tenía una solución 1, que no funcionó, y la rechacé. Para mi fue fácil rechazarla, pero hay muchos cabezotas que se empecinan en hacer cosas que no les hacen felices. La correcta forma de pensar no es subir arriba para tocar la campana, es llevarla encima. Es buscar una solución cuyo desarrollo nos haga, por lo menos, sentirnos un poco mejor. Es poner la equis delante XD, y no detrás DX.
...
Es disfrutar con el camino.
...
Toda esta historia compleja para explicar algo tan sencillo. Y es que las cosas son sencillas, pero el proceso de asimilación de nuestro cerebro, es complejo.




ANEXO 1. CLASIFICACIÓN DE LOS PROBLEMAS EN FUNCIÓN DE LO DIFÍCIL QUE SEA ENCONTRAR UNA POSIBLE SOLUCIÓN.

1. PROBLEMAS SIN PROBLEMA: Aquí incluyo a los que en verdad no son un problema, ya que su solución es lineal (es decir, sigue una serie de pasos sin capacidad para ramificarse) y sencilla de realizar. Es decir, si tienes hambre, comes (en realidad, esta es una no solución, pero de esto no hablaré aquí). También incluyo aquí a los exámenes. Si suspendes un examen, lo intentas en la siguiente convocatoria. Y también dado el caso de que te guste una persona y tengas que decirle algo. Se lo dices y ya está.

2. PROBLEMAS CON SOLUCIÓN RAMIFICADA: Estos son los que la solución puede llevar a un inconveniente, es decir, a otro problema, y en los que hace falta tomar una decisión. Un ejemplo sería la operación de pecho. No te sientes bien con el tuyo, necesitas que te lo agranden. Posibles problemas: que te sientas avergonzada de cara a los demás, o que no tengas dinero. También incluyo el hecho de que no apruebes nunca los exámenes y tengas que dejarte la carrera. También si tienes cáncer, la solución es la quimioterapia.

3. PROBLEMAS CON SOLUCIÓN IMPRECISA: Estos son verdaderos problemas, cuando no hay una solución definida. Por ejemplo, cuando te sientes solo y necesitas a alguien, necesitas enamorarte. No hay una persona, no hay un camino. También cuando no sabes qué es lo que quieres. También cuando tu enfermedad es desconocida. También si piensas en suicidarte.

4. PROBLEMAS CON SOLUCIÓN EN LA ESPERANZA: Por ser tan grave, el problema consiste en sobrellevarlo y no en solucionarlo directamente, al menos en un principio. Por ejemplo, estar enamorado de alguien que no está enamorado de nosotros. Se podría solucionar directamente, con esperanza y mucha fuerza de voluntad. También querer liarse con un personaje famoso. También viajar a la luna. También tener una enfermedad para la que no se conoce la cura.

5. PROBLEMAS SIN POSIBLE SOLUCIÓN DIRECTA: La única solución es buscar alternativas y superarlo. Ejemplo, la muerte de una persona querida. El portátil se ha caído al suelo de un quinto piso y se ha hecho pedazos.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Nosotros.

No podemos decir que no seamos increíbles, ingeniosos e inteligentes, nosotros, que surcamos los oceanos y los cielos, que hablamos a distancia, que tostamos el pan, que construimos cosas tan maravillosas. No podemos decir que no seamos bellos, admirables y fantasiosos, nosotros, que creamos cosas donde antes no había nada, que escribimos sentimientos en la roca, en el papel y en el aire, que superamos los obstáculos aunque sintamos dolor, que no nos rendimos. No podemos decir que no seamos buenos, simpáticos y comprensivos, nosotros, que creamos sociedades, que sentimos por los demás, que lloramos por los demás, que ayudamos a los demás sin pedir nada a cambio. No podemos decir que no somos hermosos.



Tampoco podemos decir que no seamos desconfiados e irespetuosos, nosotros, que necesitamos un gobierno, que creamos cárceles, que hemos torturado, que nos hemos reído de los demás. No podemos decir que no somos ignorantes ni orgullosos, nosotros, que nos equivocamos miles de veces, que no admitimos nuestros errores, que llevamos con nosotros nuestros fallos. No podemos decir que no seamos crueles y egoistas, nosotros, que matamos por falsas creencias, que nos hacemos daño por dinero, que hacemos guerras y asesinamos a inocentes. No podemos decir que no somos horribles.



No podemos decir que no somos vida.

Mi gran secreto.

Hace una semana, conducía el coche de mi madre por la carretera que va desde Rojales a Guardamar. A la izquierda podía ver el huerto de mi abuelo, con su casita blanca de los domingos y los dos enormes pinos, uno a cada lado. Conducía a una velocidad desorbitada, todo lo que el coche de mi madre podía ofrecerme. Justo delante tenía el puente que cruza el Río Segura. Así pues, decidí que había llegado el momento de recibir una importante dosis de adrenalina. Para estos momentos, lo mejor es no llevar puesto el cinturón de seguridad. Nunca se sabe, así que yo nunca uso el cinturón. No venían más coches de frente. Una vez hube alcanzado el punto más alto del puente, di un volantazo, que podría haber sido algo más que brusco, y enfilé en coche directo a las barreras de protección del lado izquierdo de la carretera (según la dirección yo que llevaba). El coche derrapó y estuvo a punto de girar en campana, pero alcanzó su meta: La barrera, con la que se estampó brutalmente. Noté cómo las ruedas traseras se elevaban hasta el cielo, cómo yo me elevaba y me golpeaba contra el parabrisas, que no se rompió. El capó casi se disolvió, y la barrera dejó de ser tal. Pocas fracciones de segundo después, yo y el coche caíamos precipitadamente a las rocas del río. Antes de llegar abajo -aquello no era una montaña rusa, aquello era mil veces mejor- usé el control zeta.

Entrando en la rotonda donde puedo elegir entre ir a Torrevieja, a Guardamar, o volver a Rojales, se me ocurrió una idea genial. Cogí la salida que va hasta Torrevieja. En una de esas rotondas que hay de camino, habían dos prostitutas sentadas en una silla. Aparqué, y contraté a la que más me gustó. Se montó en el coche, y allí mismo hizo su trabajo, hasta que me quedé satisfecho. Cuando me dijo el precio, usé el control zeta.

Saliendo de la rotonda que me llevaba a Torrevieja, debajo del puente de la nacional, habían dos coches con guardia civiles. Dos de los agentes estaban parados al lado de la carretera. Uno de ellos llevaba una de esas tiras metálicas que sirven para arrojarlas a la carretera y cuando un coche pasa por encima, destroza los neumáticos. El otro llevaba una automática. Aceleré y conseguí llevarme por delante al que llevaba la tira metálica. Cuando empecé a escuchar tiros detrás de mi, usé el control zeta.

Por fin, llegué a la rutina de mi hogar.
Mi madre se asomó por la ventana para comprobar que el coche estaba entero. Me miró, orgullosa, de que su hijo tenga una vida recta y normal, dentro de unos márgenes, y que de que fuera feliz.

Si pudiera extraer a la realidad los poderes de la informática...

...Control Zeta.

martes, 10 de noviembre de 2009

Simpatía por el FUERTE

Ya no hay lugar para las lágrimas tristes. Ya no sirven las excusas de quien pasa por un mar turbio de niebla oscura que nunca llegó a su destino alegando que la niebla era demasiado densa. Ya no hay momentos para atraer al pasado a que alimente las hogueras de nuestras pasiones aun calientes, pues ellas deben ser apaciguadas con el frío y la dureza de una fuerza que se oculta en todos nosotros, sin excepción. Ya no hay escondites para los débiles, donde tratan de meter la cabeza en un mundo paralelo que huye de su propia verdad. Ya no hay lugar para ocultar los miedos ni las debilidades, que estas, siempre consiguen aflorar para aparecer delante de un público ansioso de sangre y miseria. Débil, tus miedos son sangre y miseria.

No hay sitio aquí para los niños ricos que nacieron con la vida hecha, no hay sitio aquí para los superhéroes. Fuerte no es quien llega al final donde poder descansar. Fuerte es el que siempre seguirá en pie.

Deseo la muerte para Farson, si es lo que quiere. Deseo el dolor para los quejicas, si es lo que necesitan para no seguir luchando. Deseo el desamor para los desenamorados, si no tienen valor para seguir adelante. Deseo fracasos para los fracasados, si ya perdieron la esperanza de lograrlo.

Deseo sangre y miseria para todos aquellos perdidos en la niebla, porque ellos no se merecen compasión. Los débiles no merecen compasión. Se merecen la miseria donde ellos se regocijan, donde ellos se esconden, donde ellos se mienten, donde ellos lo destruyen todo y crean excusas.

No hay sitio aquí para los lloricas.

Simpatía por el cojo que corrió un maratón. Simpatía por la minusválida que fue madre. Simpatía por el retrasado que estudió. Simpatía por el pequeño que creció en espíritu. Simpatía por el calvo que se abrillanta el cráneo para demostrar a todos que está orgulloso. Simpatía para el desenamorado que olvidó, sin dudar ni un instante en que lo conseguiría. Simpatía por los guerreros.

SIMPATÍA POR EL FUERTE.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Aun no lo tengo claro...

Son los clics de la incomprensión que van tras la búsqueda de algo, desconocido. Es una especie de soledad con la que tienes que empujar a alguien a que tenga buena voluntad. No sé hasta qué punto esta tarea merece de más o menos o ningún esfuerzo. A veces, lo mejor (a veces? pero es que tienes tanta información como para decir a veces?) es montarse en la barca que lleva río a abajo y te lleva hasta una cascada. La esperanza está en que aparezca un nazgul a rescatarte a media caída. Que si no aparece el castañazo te lo llevas, pero antes (en menos tiempo) llegas abajo (que si no te montas en la barca, kpichi?). Oye, dolerá un poco, pero cuando antes te duela, antes se empieza a curar.

Y de la experiencia ni hablo, que parece la excusa de los perdidos.

Pero sí es verdad, por el ocho, que si mata pica al agarrar también pica después, que no por haberte picado una vez va a dejar de picar, que es de cabeza! De cabezones! Ah, pero no es la misma mata... ya, pero sí es la misma especie... ni que todas las redondas de los ríos tuvieran la misma forma! Sí, redondas! ¿Y caben todas en el mismo molde? Pues no, así que no te molestes en intentarlo.

Así que el siguiente paso no es ni más ni menos que otra pregunta. ¿Cuándo tengo que empezar a comerme las lembas para no morirme de hambre? Pues cuando la sientes (el hambre), capullo. La pregunta era que cuánto tiempo tienes que permanecer en la barca antes de caer por la cascada. Y la respuesta, depende de qué raza seas. Si eres enano, pronto, los enanos no ven mucho. Si eres humano, un poco más, que dices tú, si ves al nazgul al fondo está claro que te vas a dejar caer. Y si eres un elfo, pues ya de mucho antes sabes qué tipo de ilusiones te puedes hacer. Be elfo my friend. Pero también es verdad que un elfo delante de la cascada es tanto un elfo como humano, o enano. Recuerda! el nazgul puede estar bajo la cascada esperando y tú no lo habías visto desde arriba. Porque así, es que no lo ves, ni aunque seas elfo. Que no todo depende de ti, también del nazgul!!
Así pues, siempre puedes apearte y hacer una tranquila/cómoda/conformista y horizontal hoguera, donde quemas la porquería hasta que el humo empieza a oler mal...
Si no fuera porque ya me conozco...
Está claro, justo cuando vea el fondo, si no hay nazgul, salto. Ya lo aprendí en la nieve. Si te tiras tú, duele menos XD
Y luego está (si recordamos, montar en la barca no era la única solución) el no montar en la barca, e ir a pie. Cargar mi equipaje a la espalda, y hacer lo que he hecho siempre. Ir paso a paso y con calma, disfrutando del aire y de la lluvia. Así también se aprenden importantes lecciones... Así tienes más tiempo para elegir el camino, algo imposible si te dejas llevar por la corriente de un río. Sin caídas al vacío. Digamos que voy a dejar de elegir a la gente tan materialmente, tan ... al momento, y a primera vista. Pero, así es como ha sido siempre, y a veces ha funcionado. Aunque tú sabes muy bien qué es lo que quieres.
También está la tercera opción, la de arrojarse a la cascada directamente, sin pasar por la tierra, ni por la barca. Chapotea salmón que como mucho llegarás al mismo lugar de donde vienes.
Aun después de ver estas opciones, no lo tengo claro.
Aunque me merezco un premio. He conseguido mezclar unas cuantas metáforas relacionadas con un tema que pocos podrían entender, y no me he perdido. Aunque más premio se merece aquel no lector (que es lo que yo tengo, por suerte a veces... por suerte en este caso) que hubiera podido sacar chicha de algo así.
Y todo por una nota musical. ... ... no. no todo.
Porque el problema viene mucho más de fondo, mucho más de dentro de un cerebro perturbado por el pasado que aun busca un callejón por donde aflorar. Es la bolsa de viaje lo que más me pesa. Son unos zapatos ya un poco desgastados, aunque con una curiosa capacidad para regenerarse siempre, que no deja, y espero que nunca lo haga, de sorprenderme. Tengo tal cantidad de litio en mi cerebro que a veces me apetece compartirlo XD. Lo malo es que también tengo una capacidad asombrosa para quemarlo. No yo, si no más bien las cirscunstancias. Casi siempre son las cirscunstancias. Y casi siempre son temas relacionados. Ya sabéis todos, el rio, el nazgul, está claro como el agua de dicho río. Que sí, que está embarrada, pero sigue siendo agua. Y el agua, aunque tenga barro, sigue siendo transparante (porque la cuelas, muajaja). Creo que si algún no leyente ha llegado hasta aquí habrá dejado de leer por culpa de esa piedra. Joder, me ha dolido hasta mi.
Oh, todo esto y sin decir las palabras clave. Si es que las digo, te lo lees todo, y lo entiendes. Dos palabras! no es maravilloso! sí, el mundo es maravilloso! sí, tengo un subidón de litio!, sí, estoy hablando de trabajos manuales! no, nadie ha leído eso último! sí, hablo de notas musicales!
No... aun no lo tengo claro!!!

domingo, 25 de octubre de 2009

Cucarachaaaa!!

Me desabroché las cordoneras de mis zapatillas. Tironeé las solapas hacia los lados.

Metí un dedo, el gordo, en el hueco que queda entre el talón y la zapatilla. Luego empujo hacia abajo y la zapatilla sale, con sus más y sus menos rozaduras.

Así es como me quito las zapatillas cuando llego a mi casa.

Deposito el asunto sobre la leja, y observo cómo debajo de la suela aparece un líquido medio verde y el otro medio de marrón. Levanto la zapatilla para ver qué había debajo. Aun seguía viva en mi suela la cucaracha que aplasté hace tiempo. Después de mis piruetas y mis borracheras, de esas que empiezas a saltar por algún gracioso motivo, si miramos lo gracioso como un asunto subjetivo después de una subjetiva cantidad del ron, y paras de saltar de alegría hasta que olvidas el nunca recordado ya dicho motivo, pues al día siguiente te acuerdas del primer cubata, y el último, ese que arrojaste al váter a través de tu dentadura. Aun así, aun seguía pataleando y antenando como una guerrera. Aguantando sus entrañas dentro de su cáscara como quien se aguanta sus tripas en un vientre rasgado de arriba a abajo y de izquierda a derecha, e insiste en sobrevivir a pesar de que lo que ahora tiene en la mano no es más ni menos que su propio corazón bombardeando lo que seguramente serán sus últimos latidos.

Aun así.

Pegada con su propia mierda a mi suela.

Uff!, cómo le huele ya.

¡¡¡Y yo me extrañaba de que mis pasos sonaran a blanco y negro!!!


jueves, 2 de julio de 2009

CartA de SuicidiO

Me llamo Farson, y voy a suicidarme. Esta es, por tanto, mi carta de suicidio, mi último mensaje al mundo. Cuando termine de escribir, tomaré un bote entero de demerol, junto con lo que será mi último vaso de agua. Me acostaré en la cama y escucharé en mi reproductor de música el nocturno número dicinueve de Chopin. Poco después de que suene el último do, habré muerto.



Trabajaba en una empresa que fabrica juguetes. Era administrativo, me encargaba de la correspondencia, las llamadas, los recibos, los recados y otras muchas cosas. Tenía una oficina donde atendía al público, donde estaba mi teléfono, mi ordenador y mi naranjo-bonsái. Aunque eso era hace meses. Con el tiempo, ya no era tan útil para la empresa, y empezaron a rebajarme responsabilidades. Me quitaron el teléfono, y ya no atendía llamadas. Me cambiaron de oficina a otra más oscura donde ya no atendía a los clientes. Me quitaron el ordenador y ya no podía llevar la contabilidad. A mi nuevo despacho, me llevé la grapadora y el naranjo-bonsái. Empecé a servir cafés. He estado dos meses poniendo grapas y sirviendo cafés. La realidad es aplastante. Soy un verdadero inútil, un verdadero estorbo para la empresa para la que he trabajado durante años. Sé muy bien que sigo ahí porque no quieren pagarme el finiquito. Más barato les sale dejarme estar como un trasto más.



Vivo en un piso de alquiler, que comparto con otra persona. Se llama Fede, y le llamo amigo, y lo es. Vivo con él, con su gata, y con sus temporales novias con las que está. A mi parecer, se trae a chicas para tirárselas en su cuarto con demasiada frecuencia. Lo que para él es una noche de diversión, para mi son caderas que golpean una pared que coincide con la mía, son gritos y otros ruidos, son celos y envidias que no me dejan dormir. Fede es buena persona, pero con muy poco tacto para conmigo. Me cae bien su novia actual. Le gusta la misma música que a mi, hablamos a veces. Siento mucho esto por ellos. Van a ser los primeros que me encuentren.



Fede me presentó a una amiga suya, Amie, mientras nos tomábamos algo en un bar. Cuando hace esas cosas aumenta mi sensación de ser un completo idiota, un completo inútil. Aunque yo le sigo el juego y pongo esa pizca de esperanza en la chica. Pienso que si alguien puede conocerme, puedo llegar a gustar. Aunque mi autoestima no es, precisamente, brillante. Aquel fue un momento verdaderamente incómodo para mi, y más incómodo fue cuando Fede se alejó dejándonos a mi y a Amie solos. Yo no soy nada interesante ¿De qué iba yo a hablar a esta chica? Pues bien, poco hablamos, como es habitual. Aunque ya entrando al final de la "conversación", es decir, cuando los dos decidimos que ya estaba bien, me dijo que le gustaba pintar retratos... y que quería pintarme a mi. No sé, tal vez sí quería conocerme. Hace poco le compré una pulsera de hilos, pensaba dársela la semana que viene, que es cuando habíamos quedado para que me retratara. Va! yo no tengo valor para esas cosas.

Hace unos días, volví a casa enfadado del trabajo. Insinué a mi superior que yo podía llevar las cuentas del muevo juguete que iban a fabricar. Me dijo muy secamente y sin mirarme a penas que le trajera otro café y que me fuera a regar mi naranjo-bonsai. No es que no lo hubiera hecho otras veces, pero ese día yo estaba especialmente sensible. Volví a casa, y allí estaba Fede y su gata en pleno celo. Él enseguida supo que me pasaba algo y me ofreció una cerveza. La rechacé con un "NO" odioso. Odioso por cómo sonó y por como me sentí. Me senté en el sofá y encendí la televisión. Puse cualquier canal sin interés. La gata se acercó a mi y me lamió la mano. Quería mimos y caricias. Me aparté. Ella volvió a insistir. Tardó muy poco en consumir mi paciencia. Le grité gata idiota, y le di tal golpe con el brazo que salió volando por encima del respaldo y golpeó una lámpara que calló y se rompió. La gata maulló asustada y fue a refugiarse tras su amo. Nada me duele más que liberar mi furia con quien no se lo merece. Eso me hizo más que agravar mis sentimientos negativos. Me hizo sentir más miserable que nunca. No hice la más mínima señal de arrepentimiento. Ese día Fede discutió conmigo. No le hice caso y me fui de casa como vine. Ese día, mientras estaba sentado en un banco del parque en soledad, decidí escribir esta carta.

Quisiera decirle cuánto lo siento. No se merece que yo le haga esto... Pero soy tan cobarde. Y Amie... Hay tantas cosas que...

"Farson se dio cuenta de que aun habían unas pocas cosas que podría hacer. No podía abandonar todo eso sin más. Con la perspectiva de la muerte, Farson de olvidó del miedo y de la vergüenza. Consiguió disculparse ante Fede, y quedar después con Amie, la que le recomendó que abandonara de una vez su trabajo y se buscara otro. Estuvo demasiado ocupado haciendo todo eso para recordar que tenía una carta de suicidio a medias, mientras su vida se tornaba de un color azul precioso que ya había sentido antes. Continuó.

...meses después, de nuevo la vida no le ofrecía lo que sus deseos querían. Nada tan simple como una montaña rusa"

Me llamo Farson, y voy a suicidarme. Esta es, por tanto, mi carta de suicidio, mi último mensaje al mundo. Cuando termine de escribir, tomaré un bote entero de demerol, junto con lo que será mi último vaso de agua. Me acostaré en la cama y escucharé en mi reproductor de música el nocturno número dicinueve de Chopin. Poco después de que suene el último do, habré muerto...

miércoles, 1 de julio de 2009

Taluego!

Hoy escribo para tí y en tu honor. Porque te lo mereces y porque te lo has ganado. He aquí esta página de mi libreta negra, que es tuya. Pero atiéndeme bien, porque aunque sólo sea una breve página, es tan buena como todas las demás. Sí, es una página de las buenas. Me gusta pensar que es como una sonrisa. No despreciamos ni una sola sonrisa porque las saboreamos como lo que son... UNICAS.

Has escuchado mi "sol, fa#, sol; si, do, si" de una forma especial. Porque no toco con las manos, toco con el corazón, y eso lo entendiste muy bien.
He escuchado la armonía que surgía en lo profundo de tu garganta y eso no lo olvidaré jamás.
Yo me hacía el duro y tú mirabas mi entrecejo.
Te escuchabas con tu escucha-latidos-oscultómetro (jeje) y sonaba tan fuerte -- Será porque tienes un corazón muy grande y hermoso. Será porque quiere hacerse oír.
Deja que suene!
Taluego!!!!!!

jueves, 25 de junio de 2009

ehhh...

Esto ya se aleja un poco de ser una simple afición. Las aficiones son buenas. Esto era bueno cuando era una afición. Ahora me tengo que pinchar la dosis para después seguir pinchándome otras dosis más, porque esto no tiene climax, ni final, ni satisfacción. Me puedo imaginar un buen golpe en la cabeza con una pequeña gran fractura y una perdida de neuronas extraordinaria, con una recuperación a medias. Se despierta en la cama de algún hospital donde le están curando a medias, se inclina con un cuidado especial, y cuando le preguntan su nombre se le ocurre decir: "ehhhh..." Con cara de estar pensando mucho y un hilillo de baba respalaaaannndoooo desde la comisura de los labios hasta la barbilla, hasta pasada la barbilla, hasta mojar su batín de hospital. Sus ojos achinados y mirando hasta el infinito o más allá, sí señor, sí, este tipo se lo está currando mucho, su esfuerzo es enorme y su voluntad es casi tan grande. Quiere decir su nombre pero, ehhhh... no se acuerda. Ni siguiera se acuerda de porqué tanto esfuerzo para tratar de recordar un nombre. Lo que importa ahora es que está cansado y que está inclinado. Qué posición tan incómoda. Se vuelve a acostar lentamente, y siente como se van relajando todos los músculos de se cuerpo. En el proceso de acostamiento expresa su agrado con una nueva exclamación usando la totalidad de su vocabulario: ehhhh....!! Otra vez acostado. Se siente como si se acabara de inyectar una de sus dosis. Como si se estuviera tomando ahora mismo otra de sus dosis. Es el recorrer del émbolo en el cuerpo de la jeringa, y es el llenado de sus venas de esa sustancia maravillosa, o no tan maravillosa, pero es la sustancia, y eso es lo que importa. Esa sustancia que lo hace tan... tan... ¿feliz? ... ehhh...

lunes, 15 de junio de 2009

Déjalos guiar sus pasos...

Me resulta sencillo imaginar a un niño con la frente y la nariz sangrantes. Los codos pelados y las rodillas medio destrozadas. Un niño es un niño, no un adulto, y aun no sabe cómo bajar unas simples escaleras. Su primer paso al abismo puede no coincidir con el siguiente escalón, el escalón que está justo abajo. Puede coincidir con el aire y nada más. Seguramente perdería el equilibrio, y las posibilidades de caer rodando las escaleras son al mismo tiempo estremecedoras e inevitables. Pondría la mano en el fuego a que se rompe la cabeza y media docena de costilla (ah, sí, no lo he dicho, la escalera es muy alta). Yo le cogería de la mano y le levantaría. Le diría "no te preocupes pequeño, que no pasa nada". El niño seguramente me miraría y pensaría que lo que le he dicho le sirve lo mismo que coger un bate y acabar con el resto de costillas que le quedan. "¿No ves que se me sale la materia gris entre las grietas de mi cráneo?" Me diría el inocente. "Haz el favor de llevarme a un hospital y que intenten curarme." Claro, el niño no lo diría con esas palabras. Se pondría a llorar (si es que, por algún tipo de milagro, siguiera vivo y consciente) y a gimotear por que le duele, ay, por que le duele mucho, ay, ay. Pero para el caso es lo mismo. "Venga, te llevo al hospital, de la manita".

Él no lo sabe, aun no. Pero acaba de aprender una lección importante en su vida. La lección es, que como intentó bajar antes las escaleras, no es una opción que le guste. Así no. De otra forma tal vez, pero así no. Tardará mucho en darse cuenta de eso. Le hará falta unos meses para curarse, y otros meses para serenarse y dejar de tener miedo. Entonces un día, durante su meditación antes de dormir, o al despertarse, o mientras ve una película o hace como que escucha a su madre decir que tiene que tender la ropa, tendrá una revelación y se dará cuenta. "Ah! Claro! Había que poner el pie en el escalón y mantener el equilibrio. Qué fácil que era, y que leñazo me di por no saber eso". Seguro de sí mismo iría a la misma escalera y la bajaría. Al principio lento y torpe, después (años después) con total seguridad... Pasaría el tiempo, un siglo o dos, y olvidaría que una vez se le partió la cabeza bajando una escalera. Bajar una escalera es algo tan obvio ahora.

El niño ha crecido un poco ahora, tiene unos cincuenta años, pero por supuesto, sigue siendo un niño. Ha decidido muchas cosas que antes no había ni siquiera imaginado. Decidió que lo más adecuado para no tener que alimentar a su perro era matarlo. Decidió que lo más adecuado para encontrar la verdad era no buscarla, que para ser feliz en pareja era no tenerla, que para bajar deprisa un edificio era poner un tobogán, que las niñas abortaran a las 2 horas de vida, que nadie pagara impuestos, que los críos no debían ir a clase en chandal ni con falda, si no con grilletes en los tobillos y en las muñecas. Decidió cosas una y otra vez, cosas que en ese momento le parecían una idea genial y que con ellas solucionaría todos y cada uno de los problemas.

Cuando llegó a los cincuenta y dos años se dió cuenta de que si mataba a su perro ya no lo tendría. Muy similar ocurrió con numerosas decisiones que había tomado a los cincuenta años. Todas y cada una de ellas era un error. Aprendió mucho a los 52 años. No sabía como solucionar ninguno de sus problemas, pero sí sabía algo. Que así no.

Como ya se ve, es un niño con una libertad completa y absoluta. Nadie le reclama nada, nadie le corrige sus pasos.

Cuando vi que quería matar a su perro a mi no me pareció buena idea. Pretendía explicarle que si lo mataba ya no lo tendría. Sí, podría habérselo dicho. Y él tal vez podría haberme escuchado y haberse apuntado en su libreta de apuntes "no matar al perro". Puf! Eso es demasiada teoría. La teoría y la filosofía es aburrida. Es mejor que lo sienta en la carne, que lo sienta en todo su corazón. Esas lecciones nunca se olvidan.

Este niño murió sin conseguir ser adulto a los noventa años. No tenía ni idea de cómo había que hacer las cosas. Pero eso sí, podría escribir tomos y tomos hablando de cómo no se hacían.

Tomos y tomos que su hijo tuvo que estudiarse. Su hijo, que vivió hasta los noventa y un años, cometió más del 98% de los errores que se supone que ya se había estudiado.

Cientas de generaciones después, los niños siguen siendo traviesos, los niños siguen muriendo por enfermedad, los niños siguen creyendo en las hadas... Suerte para aquellos pequeños que osan llamarse "los primeros de la clase". Que aunque siguen siendo traviesos, siguen muriendo por enfermedad y siguen creyendo en las hadas, ya saben al menos, qué es lo que quieren. Ser felices.

Todo a su tiempo, mis niños.

domingo, 19 de abril de 2009

No lo leas, es aburrido.

Entre leyendas y filosofía hoy me he dispuesto a añadir mi inútil/útil grano de arena a esa enorme montaña que es el poder de la mente. Sin experiencia ni pruebas y con una única razón de ser: Estamos aquí para ser felices.
La curiosidad mató al gato, y al hombre, pues este trató de averiguar la causa de la muerte del gato. Ese valiente felino se quiso asomar al final de la pendiente del tejado y calló colérico ante la vista de un ratón, rechoncho y jugoso como pocos. Su cráneo se esclafó como un jarrón contra el suelo y los nietos de los nietos del ratón siguen procreando en la estepa urbana. Diez generaciones de hombres, docenas de científicos, filósofos, asesinatos y dos guerras después, el ser humano acabó deduciendo, partiendo de las supuestas 7 vidas del gato, la potencia de la gravedad, y los tipos de fractura en el cráneo, que el ángulo teórico formado por la caída hasta el suelo es imposible, es decir, no existe. Algún elemento tuvo que modificar su trayectoria, y se creó la idea popular, ya después de las guerras, de que fue una entidad desconocida llamada Dios. Mataron al que dijo que fue un ovni, también al que dijo que fue uno de los balcones del edificio, e incluso encarcelaron al que dijo que no había respuesta posible para nosotros. Torturaron al que pensó que el gato fue asesinado, y al que pensó que el gato sufrió una modificación genética a causa de su alimentación. Cualquiera de esas explicaciones pudo haber sido la primera. Y aunque parezca que la muerte de un felino no es importante, ¿Qué tiene tanta importancia como para crear tal alboroto?
Así pues, la imaginación del ser humano es muy poderosa cuando se trata de dar respuestas a nuestras preguntas.
He aquí una o dos respuestas más. Porque en la variedad está el gusto y porque queremos ser felices.
Todo se basa en las variables. Un número determinado de variables hacen que una piedra siga su trayectoria. El destino de la piedra está escrito en las variables, en todas ellas. Cuando a alguien le preguntas si va a realizar una acción, su elección final estará compuesta por muchísimas variables, como los gustos, el estado moral en que se encuentre, el tiempo, etc. Y esas variables además estarán destinadas por otras. El gusto, por la educación y las costumbres, el estado moral, por las amistades o la salud, el tiempo, ¿por qué no? Por el batir de alas de una mariposa en la otra parte del mundo. La lectura de las variables está limitada para nosotros y nuestros días se basan en su búsqueda, cada vez más elaborada. Una inteligencia infinita, que sea capaz de conocer la infinitud de las variables y calcularlas, sería capaz de conocer hacia adelante y hacia atrás absolutamente todo. Inteligencia infinita, pues así pienso que son las variables, infinitas. Todo es infinitamente pequeño e infinitamente grande.
Supongo que un robot con un sistema informático muy complejo (con muchas variables) será inteligente, tal vez, en el momento en que sea capaz de crear nuevas variables.
Después del big bang (El big bang, por poner el principio en algo) las variables comenzaron desde una, hasta infinitas en un espacio de tiempo infinitamente pequeño. Las partículas se unieron en elementos cada vez más elaborados. Llegó un punto en que una de esas uniones fueron tan complejas que apareció la inteligencia, es decir, nosotros. Después, no se me hace difícil imaginar (imaginar) que una inteligencia muy desarrollada sea capaz de modificar las variables que modifican las variables de la inteligencia misma, del mismo modo que un robot crea nuevas líneas en su programa cuando ya es inteligente. Una inteligencia muy desarrollada, digo, puede romper las pautas de su propio destino.
Ese nivel de complejidad que modifica el destino, y que voy a llamar conciencia (porque hay que llamarlo de alguna forma, esa es la costumbre y la cadena a la que estoy atado) pudo haber estado en el momento del Big Bang, si es el caso de que no nos salimos del mundo material. Pudo haber estado, o no, ¿quién sabe? Me lo estoy imaginando todo, tal vez ni siquiera haya variables. Pero si estuvo entonces aquella conciencia tuvo que ser la creadora y eso es lo que siempre hemos llamado dios. Y lo que me apetece decir ahora es que a lo largo de la historia siempre hemos llamado dios a las cosas que no hemos conseguido explicar. A veces, con imaginación y ciencia hemos conseguido responder a cosas. Nuestro modo actual de ser es que aquello que no se sabe puede ser descubierto y hasta que no hayamos descubierto todo no vamos a parar jamás. Como ese jamás suena demasiado duro para nosotros, entonces decidimos que tenemos que vivir el camino del conocimiento hasta “jamás”. La felicidad está en el camino porque aun no hay forma de ver el final.
Estamos aquí para ser felices en el camino. ¿Y qué ocurre cuando no somos felices? No ser feliz, entonces, es como no estar haciendo lo que debes hacer porque tienes que ser feliz que para eso estás aquí. Entonces te pones a pensar en cómo haces para ser feliz hasta que lo consigues y entonces entras en un tiovivo de ser feliz y de tratar de ser feliz. Al final es lo mismo, pues estamos aquí para ser felices en el camino del conocimiento y la búsqueda de la felicidad. Es como que admitimos lo que aun no sabemos cambiar, es decir, el camino está ahí y no sabemos salir de él. ¡Enséñame a liberarme del camino! (Leer en voz de grito enfermo y con cara de loco desesperado)

viernes, 3 de abril de 2009

A-Temporal (con doble sentido)

Cuando sobrepasé el último escalón del autobús ya estaba dentro de él.
A mi izquierda y mi derecha esos asientos alineados. Asientos de madera, pues aparecí en un espacio temporal distinto perteneciente al pasado.
Asientos de madera de un carruaje. Un carruaje del pasado.
Viajé en él acompañado por mi caja azul.
Un viaje que duró un tiempo intemporal, y llenó todos esos huecos que un día aparecieron y nunca se consiguieron llenar.
Sí, un viaje de huecos llenos.
¡Qué grata sorpresa!

jueves, 19 de marzo de 2009

Dos Orbes III.

Ide dibujaba un ser de luz de un árbol que encontró. Alh escribía sus pensamientos en un papel. Por la puerta de la pequeña cabaña de madera se observaban los reflejos que producían las estrellas sobre el mar. No estaban en ninguna isla ni en ningún continente, solo mar se extendía por cualquiera de las ventanas que miraras.


_IDE “…”


_ALH “…”


Durante ese momentáneo silencio Ide entendió en un segundo el agradecimiento de Alh. Que ella estuviera con él justo en ese momento y justo en aquel lugar, compartiendo su tiempo, su espacio y su aire, que le hubiera traído a su vida la luz de cientos de amaneceres y atardeceres, de noches bajo la luna, noches tranquilas, románticas, dementes y desesperadas, suspiros profundos, miradas infinitas y roces que enloquecerían a cualquiera. Durante un segundo y no más, Ide fue Alh en todas las formas posibles de ser. Pero fue suficiente. Cuántas veces deseó Alh expresar de forma llena y completa todo lo que sentía, y cuántas veces compuso canciones, pintó cuadros y escribió poesías que trataban de expresar de forma torpe e incompleta su amor por Ide… Y cuántas veces había fracasado en esas aproximaciones, en esas cadencias no del todo melodiosas, en esas rimas no del todo expresivas. Su esfuerzo y su voluntad resumidas todas en un segundo. Pues en un segundo Ide fue Alh, y se vio a si misma a través de sus ojos, y sólo de ese modo y de ningún otro pudo entender la infinitud de su agradecimiento.




El mar estaba tranquilo y la noche era fresca. El cielo también les pertenecía junto con todo lo que hubiera en él. Ide rozó la mejilla de Alh disfrutando del enorme descubrimiento que acababa de hacer… que eran lo más bello que había existido nunca.


miércoles, 25 de febrero de 2009

Dos Orbes II.

Alh_ "He estado mirando las anotaciones que hacía durante mis lecturas de tus escritos. Eran preguntas con muchos interrogantes de sorpresa. He observado mi avance. Aquellas eran preguntas de ignorancia hacia algo no sólo desconocido si no tal vez inimaginable. Y ahora juego en la experiencia de aquellas locuras. !Cuánto camino hemos recorrido!"
Ide_ "Y que aun nos queda por recorrer".
Alh_ "Pero aquí donde estamos no hay nadie más, pues nadie hay por delante y ni siquiera por detrás. Aquellos que éramos no eran capaces de sentir por ningún medio ni tecnología eso que ahora somos.
Ide_ "¿Acaso es que te sientes solo? ¿Sientes que todo nuestro esfuerzo nos ha conducido a una soledad que nunca antes habías imaginado? En verdad te entiendo y te leo, como bien sabes. No está mal ser el campeón del mundo en algo, porque tienes 'a todo el mundo' con quien poder compararte, y todo el mundo te felicita. Pero cuando has pasado por encima de todo eso, ¿Qué te queda a parte de ti mismo? Te sientes bien contigo y tus logros. Pero no te conformas. Me das ternura.
Alh_ [...]
Ide_ "Pero dime ¿Cuál es el verdadero problema? Siempre podrás volver para jugar a ser el campeón, o el perdedor si te aburres. Tú mismo te buscarás tus recompensas y tus castigos. ¿Porqué si no iba yo a estar en un bar tomándome esta copa de vino aquí contigo? ¿Por qué si no hemos entrado aquí abriendo la puerta y sentándonos como el resto y de forma corriente? Ya encontrarás el sentido de lo que eres y podrás quedarte para siempre.
Alh_ "¡Las personas que ves, no saben tantas cosas! Están ahí, siguiendo con sus vidas, teniendo esperanza y teniendo miedo, sin saber que todo está ahí para ellos.
Ide_ "Dame la mano..."

...Pero Alh no se la dio he hizo lo que le vino en gana pues sabía que Ide se lo permitía, COMO TODO LO DEMÁS. Fueron muy lejos de ahí en un instante, sin importar la cara del dueño del bar y de otras personas. Fueron a un sitio que tanto a Alh como a Ide les pareció perfecto, y los deseos allí no demoraban en cumplirse.


jueves, 19 de febrero de 2009

Dos Orbes.

_ALH "¿Dónde quedamos hoy Ide?".

_IDE "Podemos quedar en tu tejado".

_ALH "¿En mi tejado? ¿Qué tiene de especial mi tejado? Son un montón de tejas inclinadas e incómodas, perfectas para un buen resbalón y una caída de altura".

_IDE "No me preocupan las caídas, ni las alturas. ¿Te preocupan a ti? ¿Es que acaso tienes miedo?".

_ALH " ... ".

_IDE "Tu tejado tiene de especial que es lo que está por encima tuya cuando duermes. Te protege del viento y del frío, y por eso me cae bien. Quiero hacer una conmemoración a tu tejado".

_ALH "Puedes agradecérselo también desde Orión, ¿Qué te parece?".

_IDE "Que ya hemos estado ahí. Pero está bien, iremos a otro sitio. Se lo agradeceré desde Plutón".

_ALH "Plutón, no está mal, aunque está muy oscuro"

_IDE "En la oscuridad también se podré dar mi agradecimiento".

_ALH " ... ".

_IDE "Nos vemos allí chico".

_ALH "Hasta pronto Ide"


Alh prefiere acostarse boca arriba, y taparse hasta el cuello. Así se siente cómodo y seguro. Se encuentra en su cuarto, tranquilo. Como hace algún tiempo, comienza a imaginar su cuarto a través de sus párpados cerrados. Tras sus ojos aparece la imagen de su televisor, de la silla, de la mesita de noche, de él mismo, del tacto del cuadro de aquella montaña, del pomo de la puerta, el olor de su armario... En el momento siguiente, deja de imaginar y lo visualiza. Se ve, de pie, abriendo la puerta y saliendo fuera. Se dirige al pasillo, despacio, sintiéndolo todo, y comienza a subir las escaleras tocando la barandilla, sintiendo su tacto también. Cada paso que da hacia la terraza se va dejando su cuerpo atrás. Poco a poco, los escalones van tomando mayor realidad, mientras que los latidos de corazón, la respiración y el tacto de las sábanas se van transformando en poco más que un sueño. Al posar el pié en el último escalón, Alh lo sabe, con un disparo se ha dejado completamente el cuerpo atrás, mientras él mismo queda libre de todas aquellas limitaciones físicas. Una sensación poderosas de felicidad y libertad acude a él. Deseó volar, y su casa se encogió al instante mientras ascendía. Luego se encogió su pueblo, su país y todo el planeta quedó encogido en un grano. Y luego el sol y la galaxia y luego todo el universo. Deseó aparecer en Plutón, y al instante siguiente ya estaba allí. Vio a Ide a 2 Europas de allí. La vio sonreír. Dio un paso a delante para poder cogerla de la mano. Un abrazo dice más que cien palabras. Ellos lo sabían. Todo lo que hay, ahora era suyo.

sábado, 14 de febrero de 2009

Ramtha.

Esto es un fragmento de un libro que me estoy leyendo: "el libro blanco". A pesar de que la historia es más que debatible, el sentido, el significado que pretende transmitir llega muy hondo. Gracias a Tay, por hacer que me lleguen todas estas líneas.

La razón por la que has vuelto aquí, [...] es para vivir. [...] Nunca has caminado sobre un glaciar o te has refugiado bajo un puente de roca, o has mirado a través de una ventana en invierno para encontrar un pájaro rojo sentado ahí, brillando en la nieve. Ni has estado en cavernas profundas, o paseado por el desierto y observado a la serpiente buscando su comida. Ni has dormido en una gran pirámide tu solo, o ido a explorar lugares donde nadie ha estado, y hay muchos de ellos. No has navegado por un océano inmenso y visto a un gran pez saltar, ni seguido a un ciervo por un bosque multicolor.
Aun no has hecho muchas cosas que son electrizantes, emocionantes y maravillosas para tu ser, y a ninguna de ellas les importaría jamás cuál es tu trabajo, tu educación, tu posición social, o qué tan nuevo es tu automóvil.
Aquellas son facetas de la vida que aún tienes que experimentar. Pero cuando lo hagas, ellos derribarán tus neurosis, tus miedos, tus trampas y incertidumbres. Y habrá momentos en los que sentirás que vas a explotar de alegría, aunque querrás que alguien esté ahí para verte explotar y, sin embargo, te sentirías intimidado si alguien estuviera ahí. Esa es tu naturaleza, pero no hay nada de malo en ello. Simplemente no te has permitido experimentar todas tus opciones aquí, pues has sido duramente presionado para convertirte en un ideal ilusorio que es totalmente extraño a la alegría y a la felicidad de la vida.



domingo, 1 de febrero de 2009

Marrachinca no! caca!

Como siempre los pasos te llevan hacia donde tú les lleves.
Piedras y charcos y matas espinosas te vas encontrando y las ignoras, pues ¿para qué vas a hacer caso a una marra chincha que sólo sabe irritarte?
Mata picante no pica si no es tocada.
Le colgaré un lacito después de arrancarla y la sacaré de paseo.
Mata picante no pica si está lejos. Como a un metro o dos.
Pero, ¿Qué es esto? ¡Un pozo infinito que cae y cae hasta el fondo! ¡Y cuando llegas abajo del todo hay algo más! ¿Qué es eso de más que se encuentra en el hoyo?
Es: el camino de nuevo, el camino sin piedras, ni charcos, ni matas espinosas.
La posibilidad de empezar de cero, el volver a nacer y no tener nada atrás donde mirar pues nada hay. No es una segunda oportunidad. Son todas las oportunidades del mundo.
El siguiente paso es la corrección de todos los errores anteriores. Nada más bello.
El espíritu inquieto que me llevará hasta la más alta de las montañas.
Corrección: El espíritu inquieto que llevaré hasta la más alta de las estrellas.
Mata picante no pica cuando arde. Pero quema.
(Lección aprendida)

miércoles, 28 de enero de 2009

Tony en tonto.

Tony en tonto:



El transcurso de tus días sigue siendo mis días al revés,



El plan que no hiciste me convierte en basura,



Sólo Tony podría actuar de la peor forma posible,



Sólo Tony en tonto podría actuar de la peor forma posible sin planearlo.



Tu torpeza como persona te ha convertido en la sucia vaca que pasta los campos de césped verde y lame cada una de esas hojas absorbiendo su jugo gástrico, y en tu estómago lo digiere una y otra vez, como las vacas.



Si matamos una mosca pelotera porque nos molesta, porque molesta puedo dejar tranquilamente en la cloaca las sustancias de tu enorme amistad, Tony en tonto.



No sé porqué lo hice en el pasado, no sé porqué me gustó y no sé porqué volvería a hacerlo.



Vomitando las entrañas en la piel de Tony en tonto, Tony en descerebrado, Tony en falso, el que no se merece una pastillita azul, se merece todas las del bote.



Tony en tonto multiplicado por cero.


Muuuu!!!

sábado, 17 de enero de 2009

La otra habitación.

¿Veo mi vista? No puedo ver mi vista porque por la vista veo, pero al mismo tiempo la estoy viendo porque es lo que me permite ver. Creo en la vista, porque veo cosas, si no, no creería en ella. Y creo en los sentimientos porque siento cosas. Sé, por eso, que existen. Y me estoy preguntado ahora mismo una cosa. ¿Creen los ciegos en la vista? Sí, sí creen, porque ven, todo negro, pero algo ven. Y si te quitan los ojos, ¿qué ves? ¿Lo ves todo negro como si los tuvieras cerrados o tu cerebro interpretaría eso de otra forma? Si en nuestro cerebro no existiera la percepción de la vista, ¿Sabríamos que existe? ¿Es posible que en nuestro cerebro falte la materia de percepción suficiente para interpretar otros sentidos? ¿Hay más sentidos a parte de los cinco? Estoy pensando otra cosa… Supongo que nace un bebé sin ojos. No, mejor. Nace una sociedad sin ojos. ¿Podrían saber que es posible ver? ¿Sentirían que les falta algo? Que yo piense con la razón que el amor de una madre es algo exclusivamente biológico, pero que yo sienta que hay algo más. ¿Puede tener algo que ver con esto que hablo de los sentidos?

A: Algo me dice en mi interior que hay mucho mundo más allá de lo que nos dicen nuestros sentidos. Esto no es algo muy difícil de imaginar, o de deducir, es más bien algo que se siente, y como sentimiento, se convierte en experiencia. Así pues, parto de la certeza de que aparte de nuestros cinco sentidos, nuestro estómago, nuestros genitales y nuestra vejiga, hay algo más, algo quizá incluso mucho más importante que todo eso.

Soy el futuro que se esconde detrás de cada puerta. Soy la fuerza que asciende la empinada rampa del conocimiento. Soy la certeza de que cuando hayamos llegado lo suficientemente lejos encontraremos las respuestas a todas las preguntas de hoy. Y seguro que encontraremos otras preguntas, muchas más, pero habremos encontrado sentido a nuestras vidas, un sentido importante de verdad. Descubriremos el porqué del amor y del miedo, del placer y del dolor. Tendremos por fin, la certeza de la existencia o no existencia de Dios/Conciencia/Principio. Soy el saber que te dará todas tus respuestas.

B: Soy el loco que corretea por este mundo siguiendo las palpitaciones de su “órgano”. Soy el tipo duro que ha afrontado la más cruda realidad. Soy la fuerza que está por encima de la esperanza y la fantasía. Porque yo no sueño con otra vida, yo vivo esta. ¿Qué es lo que te ha pasado? La infelicidad de la incertidumbre es algo demasiado doloroso para las personas. Demasiado molesto y complicado. ¿Qué hace el bárbaro humano con su bruto cerebro para conservar tu entereza y su lógica? Luchar para crear su entorno, pues el poder del ser humano no sólo consiste en la destrucción, si no en la más grande creación: La creación de la esperanza y la fantasía. No le hace falta al ser humano un Dios verdadero. ¿Para qué iba a quererlo, si ya tiene su poderosa mente que le proporciona el Dios más perfecto de todos? ¿Para qué, si tan fuerte es su capacidad de observación que lo convierte en real para sí mismo? Es el poder de levantarse a sí misma, de engañarse a sí misma, de bloquear con un muro la más atroz realidad. Soy el ser natural y vital que se oculta en tu interior.

A: ¿Qué ocurriría si te estás equivocando? ¿Y si existe realmente esa otra posibilidad de encontrarte a ti mismo en un mundo diferente de este? No eres capaz de vivir, ni de seguir adelante, negando tus sentimientos hacia eso que es más grande que tú. No puedes crearte tu propio muro, y lo sabes.

B: Si existe otra posibilidad no lo sabré nunca, porque no busco en el interior de mi mente, si no en lo que mi mente es capaz de hacer conmigo. Pero pensar que puede ser de otra forma… El arrepentimiento sería seguramente infinito, una presión de mi garganta que seguramente acabaría por no dejarme respirar y me asfixiaría. Sería una vida vivida, sí, pero sin el sentido que me ofrece la otra opción, la búsqueda.

A: ¿Pero es que no lo estás viendo? Tu propio presente y tu propia lujuria se satisfacen en parte en la búsqueda del campo, donde todo está creado. Tu propia naturaleza animal te empuja a la creación de una fuerza en tu mente. Tú mismo te creas el camino que pretende responder a tus dudas, tus problemas.

B: Pero tú no crees por tu mente, y lo sabes, tú crees por tus ojos. Nunca te quedarás contento con ningún descubrimiento que haga tu mente, porque si no puedes experimentarlo, si no puedes SENTIRLO, te quedarás incompleto y lo sabes, lo sabes muy bien. Mucha gente lo ha intentado antes que tú, gente más lista, más trabajadora, con más espíritu, y TODOS sin excepción han caído en el intento, todos han fracasado. La única espiritualidad del ser humano es su fantasía. Cansados de buscar y no encontrar han concedido a la fantasía el rango de REAL. Algo imposible de soportar por casi nadie. Se NIEGAN a creer lo que hay delante de sus ojos porque son débiles. Tú has visto caer la amistad, tú has visto caer al amor y la confianza, lo has visto, lo has sentido, lo tienes en ti mismo y también lo ves todos los días en los demás. Es real, delante de tus ojos ¿Por qué lo niegas? ¿Por qué no lo admites? No hay ningún más allá, ningún Dios, ninguna fuerza superior a la tuya. Lo estás viendo. Empuja hacia delante y disfruta de tu masa y de tus tres dimensiones porque no hay más sentidos de los que puedes sentir, porque todo eso, sólo es producto de tu fantasía.

A: Dejas a un lado tus sentimientos de luz y la voz que te dice que mires al infinito. Porque es allí donde está el final. No calmas tu sed de saber. Has afrontado la muerte como si se tratara de una nimiedad que estuviera lejos de ti. Cuando lo que de verdad estás haciendo es darle a la muerte todo el poder y todas la razones de tu actitud y tus acciones. Vives tu vida por culpa de su pérdida y no por la posesión de ella misma. Gastas tu aire porque sabes que vas a perderlo. Olvidas que todos aquellos que buscaron sí encontraron su realidad, su verdad. La encontraron y la hicieron suya, y la prestaron a todos los demás para quien le interesara. Y el amor cae, pero también renace y tú no sabes dónde ni porqué. ¿Puedes ser sin saberlo?

La puerta de la otra habitación está para que la abras, o la uses. Tú decides.

sábado, 3 de enero de 2009

Mi propio estado mental en enero de 2009.

Lo que he escrito son cosas que pienso. No son verdad. Podría decirse, eso sí, que es la conclusión de mi experiencia. Es la orilla de un río, que seguramente más abajo será distinto (de otra forma), y además seguramente cambiará con el paso del tiempo su curso, su caudal y su fauna. Es una parte de mi caos. Una pieza del puzle.
Si vas entrar en mi cabeza con intención de criticar, perfecto. Pero si vas a seguir leyendo poniendo por delante tu verdad, puedes empezar a hacer cosas más interesantes. No me interesa tu arrogancia.


Hoy te tratado de observarme a través de unos ojos fríos, razonables y calculadores, como se observa un proyecto dibujado sobre un papel que ha de construirse en hormigón y acero. Porque un observador frío no siente, no tiene emociones, y su razonamiento se basa en lo que considera verdad y en lo práctico, sin la interferencia que producen los sentimientos y la propia naturaleza.

He encontrado a una persona, que como todas las demás, quiere ser feliz. Porque no he encontrado otros motivos a los que puede aspirar el ser humano, más que a ser feliz, al menos con mi experiencia. Y la felicidad es una emoción.

Estoy (y estamos) formado por emociones/sensaciones/sentimientos. De ahí parte todo lo demás. Es decir, si queremos ser felices (o que lo sean los demás), todo lo que hacemos, y todo por lo que luchamos, lo hacemos por una emoción. Nuestras acciones/hechos sean externos a nosotros o internos (porque no todo lo que pasa a nuestro alrededor está bajo nuestro control, o al menos eso pienso, con mi experiencia) tienen un motivo de existencia, y es afectar a nuestras emociones. Porque la emoción es una boca que se lo come todo, aunque no le guste. Esas acciones se producen con el mando de nuestra razón y nuestra opinión de nosotros mismos. La imaginación y el arte forman parte de nuestras acciones (porque tocar el piano es una acción que afecta a nuestros sentimientos). Primero vino la emoción, luego la razón, y por último la acción.

Pero actuar según la emoción es comer según el hambre. Uno tiene hambre y debe comer, pero primero piensa qué tiene que comer. Pienso que observar forma parte de la razón, y no observar es actuar sin ella, es decir, dejando al mando a los sentimientos.

Hoy he tratado de observarme (a mí y a todos vosotros), en definitiva, a través de la razón. Y he imaginado/opinado que la razón no es suficiente. Porque para entender y comprender a una persona no es suficiente con observarla y utilizar la razón. Para entender a una persona tienes que entender sus emociones. Tienes que SENTIR sus emociones. Y para conseguir eso no es suficiente con “ponerte en su lugar”, porque mil personas en la misma situación se sentirán de mil formas distintas. Pero una persona, en una situación, con sus emociones, seguramente será única, porque las emociones son distintas en cada persona. Para comprender a una persona, tienes que ser esa persona. Todo lo demás son aproximaciones y estadísticas.

Por eso, observar sin emoción no me acerca a la verdad. Me sirve para ordenar/clasificar ciertos aspectos de mi persona, pero lo que de verdad importa quedará flotando en el aire como un fantasma. Pero antes he dicho que la emoción es un velo tendido ante nuestra razón/observación. ¿Qué contradicción verdad? Pues yo me creo las dos cosas. Un poco de todo, al menos hasta el día hoy, con mi experiencia.

En agradecimiento a Tay… que abre algunas puertas de mi mente.