viernes, 26 de agosto de 2011

En su recuerdo


Un día, sin que nadie me lo explicara, apareció,  
Ha venido conmigo a recorrer cientos de kilómetros,
Y después me acompañó a beber decenas de cubatas,
Pero está cansado, deteriorado, y su sonrisa ya casi no puede apreciarse.
Su identidad empezó a olvidarse,
Y ahora sólo puede leerse entre los abismos del pasado.
Su nombre se pronunció en alto, En la alegría, en el dolor,
Y ahora sólo lo nombran los antiguos espíritus, Y los guardianes de las leyendas.
El desgaste pudo contigo, el sol te abrasó, y tus filamentos de desprendieron.
CAPITÁN RON, siempre en mi recuerdo.

lunes, 15 de agosto de 2011

A ti, yo te elijo.

Aunque Marina no tenía ni idea, una vez Dios la señaló desde su altar celestial, y dijo con voz de trueno "A ti, yo te elijo". Los ángeles se pusieron en marcha, tenían mucho trabajo que hacer. Muchísimo.

El divino trabajo de joder con toda la amplitud posible a Marina.

Aparecerse invisibles mientras ella se toma el café, y empujarlo para que caiga al suelo y manche la alfombra, es una travesura. Hacer que Marina se duerma mientras conduce haciendo que atropelle a un par de ancianos felices, no es nada mas que un puto chiste de mal gusto. Había que joderla bien, y eso requería un metódico plan que los ángeles debían ir siguiendo al pie de la letra.

A Marina se le había pasado el arroz (o a punto estaba) y seguía soltera. Es lo que suele pasar cuando los ángeles te están dando por culo continuamente. También tenía una madre que no hacía más que despreciarla, pero vamos, que esas son cosas normales. Pero Marina tenía su trabajo y su propia casa, y cualquiera que la conociera bien, y también cualquiera que le hubiera hablado alguna vez, siempre se referían a ella como feliz, y animada. Por eso Dios estaba tan disgustado con el trabajo de sus ángeles. Y así fue como dio comienzo su plan maestro.

Nuestra amiga tenía un fuerte instinto maternal, pero no tenía a un hombre con quien... ya sabéis. Así que acudió a una clínica de fertilidad, y gastó gran parte de sus ahorros en una fecundación in vitro. Todo salió bien y tuvo dos hijas. Las he visto, y puedo asegurar que son preciosas. Y así Marina pasó un año cuidando de ellas. Pero un día se encontró mal, y el médico le diagnosticó cáncer de colon. Le dijo que lo más probable es que no duraría ni seis meses. Así que Marina iba a morir, con el dolor añadido de dejar en este mundo a dos niñas solas. "JoJoJoJo!!" La risa de satisfacción de Dios ante su argucia podía escucharse en todo el plano astral.

Durante aquellos días, Marina siguió cuidando a sus hijas. Cualquiera que la hubiera visto, y cualquiera que la conociera bien, sólo decían de ella que era feliz, y animada.

Y así pasaron dos hermosos años para ella. Feliz y animada. Me repito en lo de feliz y animada, pero es que es importante. A Dios eso le irritaba muchísimo. Incluso mandó cortar las alas a uno o dos ángeles.

Una noche, y sin que nadie se lo explique (aunque nosotros sabemos la verdad, nosotros sabemos que fueron ellos, los ángeles), la habitación de Marina apareció cubierta por sus propios vómitos. Por aquel entonces vivía con su madre, que fue ella la que llamó al hospital. Se la llevaron casi muerta. El médico dijo que había sufrido una trombosis cerebral, y que no duraría más de una semana.

Marina permaneció en coma más de un mes.

Cuando despertó, le habían cortado una pierna, el otro pie, y todos los dedos de las manos. La inmovilidad (o Dios sabe qué!!) había producido la muerte de las extremidades.
El grandísimo estaba muy orgulloso de su obra.

Hace poco, una amiga suya fue a visitarla al hospital. Pronto la sacarían de allí. Dijo que preguntó por sus hijas, y que la vio feliz, y animada.

Si Dios tiene otro plan, espero que no nos pille cerca.             (...para un espíritu guerrero)