lunes, 18 de junio de 2012

El sabor de la cerveza

"Una caña, por favor" dijo alguien.
"Una caña, por favor" dijo otro alguien.

Y es que, definitivamente, la cerveza se vende. Es barata, es sociable, puede llevar alcohol o no llevarlo, pero definitivamente es la estrella de los bares.

Sin embargo, y curiosamente, si hiciéramos una encuesta sincera a cada una de las personas cerveceras, dirían que NO le gusta la cerveza. Pero claro, es más barata que la cocacola, y más sociable, y lleva alcohol, y quien se pide una cocacola es una maricona, y quien se pide un zumo de naranja un maricón, y quien se pide una botella de agua se pide el lugar donde follan las ranas. La cocacola se puede pedir con ron o whisky, pero claro, estando en crisis no todo el mundo puede permitirse eso. Así pues, como no quieres ser mariposona ni gastarte dinero, acabas pidiéndote la cerveza. Y si no, pues simplemente quieres emborracharte, así que te pides una cerveza. Es lo que tiene ser el alcohol más barato. Pero ¿cómo ha llegado la cerveza hasta el puesto número uno en bebidas de bares? Pues la primera vez que la bebes, todo el mundo dice (al menos todo el mundo a quien yo he preguntado) "la primera vez no me gusta, pero te acabas acostumbrando". ¿Acostumbrarte a qué? ¿A que te metan un medio pis en la boca? ¿Es acaso acostumbrarse al calor, a que te metan un dedo en un ojo, a trabajar 12 horas diarias? Sí, los seres humanos somos unos masocas. E insisto ¿por qué la cerveza se vende tanto? La respuesta la supe hace menos de un mes. Resulta, que la cerveza buena, de toda la vida, la cerveza casera, REALMENTE ESTÁ BUENA!. La probé en un restaurante alemán, y eso sí que sabía bien. No estaba ultra amarga, ni sabía a pis, sabía a gloria. Barata, alcohol... blanco y en botella (bueno, amarilla). ¿Qué es lo que ocurrió? Que las empresas cerveceras empezaron a reducir gastos, hasta crear un engendro horroroso que es lo que hoy conocemos como Amstel, Mahou, Guinness u otros nombres. Producciones en aparatos metálicos, almacenajes en cubículos también metálicos, latas, etc...

A nadie le gusta la cerveza que bebe. Y sí es verdad que les gusta la cerveza. Sólo que ellos no lo saben, porque todavía no la han probado.

La cerveza es vanguardista (algo que explicaré... pero en otra ocasión).


1 comentario:

Anónimo dijo...

menuda parida